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Arbutus unedo

Incl. A. unedo L. var. tangerina Pau

Esp.: Madroño, madroñera.   Fra.: Arbousier commun.   Ing.: Strawberry-tree.   Ara.: Mothrunia, qatelabihia, açir el dobb, henna hameur, bu sbiba, bu djbiba, bu jbiba, mutrun, hamra; el fruto: lendj, bu hennu.   Tam.: Ticisnu, isisnu, sisnu, ichichnu, bekhannu, bahennu, sasnu; el fruto: uassasnu.

Arbusto o pequeño árbol perennifolio, hermafrodita, de hasta 8 m de altura e incluso más, aunque generalmente no supera los 4 m. Porte irregular, con follaje más o menos denso. Tronco tortuoso, con corteza pardo-grisácea o negruzca, rugosa, cuyas capas externas se desprenden en cortas tiras. Ramas extendido-erguidas, grisáceas o rojizas. Ramillas rojizas, glabras o con vellosidad glandulosa. Hojas (4-11 × 1,5-4 cm) alternas, cortamente pecioladas, lanceoladas, lauroideas, con el margen muy variable incluso en el mismo ejemplar, pueden ser serradas o serruladas, más raramente crenadas, subenteras o enteras, glabras, con el haz verde intenso, brillante y el envés un poco más claro y mate. Inflorescencias en panículas terminales colgantes. Flores con cáliz muy pequeño, sépalos triangulares de 1-1,5 mm. Corola blanca (7-10 mm), aovada, con 5 lóbulos revolutos en la cima. Anteras internas, con 2 apéndices enteros. El fruto es una baya globosa, de (8)10-20(25) mm de diámetro, cubierta de verrugas acabadas en punta obtusa o subaguda, de color rojo intenso. Semillas numerosas muy pequeñas, angulosas.

Floración:

otoño-invierno.

 

Fructificación:

aproximadamente un año después, coincidiendo con la nueva floración.

Hábitat:

Terrenos calcáreos y silíceos, desde el nivel del mar hasta los 1900 m. Bioclima de subhúmedo a húmedo, pisos termomediterráneo y mesomediterráneo, con inviernos suaves.

Distribución:

Regiones mediterránea y macaronésica llegando por el N hasta Irlanda. En el N de África resulta relativamente común en toda la región mediterránea menos seca (Marruecos, Argelia y Túnez), llegando por el S hasta el Atlas Sahariano y el Anti-Atlas occidental.

Observaciones:

Los frutos de esta especie son muy nutritivos y de sabor agradable, siendo frecuente su recolección y posterior venta en los zocos de pueblos y ciudades. Estos frutos son así mismo muy apreciados por diversas especies de aves y mamíferos silvestres. El madroño además tiene un gran valor como creador y protector de suelos y humedad frente a la erosión. Pero, pese a sus valores económicos y ecológicos, el madroño es cada vez más raro por el intenso uso que se hace de su leña y madera para el fuego doméstico, hacer carbón vegetal o calentar hornos de cal.

Estado de conservación:

Especie común y de amplia distribución. Actualmente, no está evaluada a nivel global en la Lista Roja de Especies de la UICN.

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